
En el corazón del movimiento sindical del continente americano, surge una voz unificada en la lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), una entidad de alcance regional que ha dejado una marca imborrable en la defensa de los intereses laborales.
Fundada el 27 de marzo de 2008 en la vibrante Ciudad de Panamá, la CSA se erige como la entidad sindical más influyente y significativa del continente americano.
En su seno, se unen 48 organizaciones nacionales provenientes de 21 países, trabajando incansablemente en nombre de los trabajadores y trabajadoras que representan. Una unión poderosa, respaldada por la fuerza de 55 millones de individuos que buscan un cambio significativo en el panorama laboral.
Más que una simple organización, la CSA es una voz colectiva que lucha por la justicia, la igualdad y las condiciones dignas de trabajo.
Su misión es clara: empoderar a los trabajadores y trabajadoras, asegurando que sus voces sean escuchadas y que sus derechos sean respetados en todos los niveles de la sociedad.
En este mundo en constante evolución, la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) se alza como un faro de esperanza y cambio en el panorama laboral.
Sus esfuerzos incansables, su compromiso inquebrantable y su dedicación a la causa de los trabajadores son dignos de admiración y respeto. A través de la unión y la colaboración, la CSA demuestra que juntos somos más fuertes y que cada voz cuenta en la búsqueda de un futuro laboral más justo y equitativo.
- La igualdad y equidad de género y la plena participación de las mujeres en todos los niveles del movimiento sindical y en todas las instancias de la sociedad, para impulsar un desarrollo con igualdad de oportunidades para hombres y mujeres;
- El desarrollo sindical, para mejorar las condiciones de trabajo y elevar la calidad de vida de sus afiliados y afiliadas y dependientes. Para ello, será prioritario reducir la duración de la jornada laboral, compatibilizar el trabajo con la vida familiar, eliminar la precariedad y desprotección laboral de los trabajadores y trabajadoras, cualquiera que sea su ocupación, lugar y modalidad en que se realice;
- La solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras y entre sus organizaciones desde el lugar de trabajo y la comunidad en que residen hasta el ámbito mundial;
- En forma coordinada con las organizaciones sindicales nacionales afiliadas y fraternales, programas que fortalezcan los procesos de unidad sindical;
- Los acuerdos y alianzas estratégicos con otros movimientos y actores sociopolíticos afines para construir el poder necesario para alcanzar la defensa y reivindicación de los trabajadores y trabajadoras y de la comunidad que hacen a la justicia social;
- La democracia política, social, laboral y económica basada en la soberanía popular y enriquecida por mecanismos e instancias de participación y diálogo social efectivos;
- El fortalecimiento del Estado Social de Derecho, como un pilar fundamental del desarrollo democrático y de la justicia social;
- La integración económica, social y cultural y solidaria de las naciones de la región, para un desarrollo equilibrado y sostenible, con una fuerte dimensión social y participativa que permita conjugar los recursos y esfuerzos para eliminar las graves asimetrías existentes e impulsar un desarrollo productivo con un valor agregado cada vez mayor y con resguardo medioambiental;
- La paz y la libre autodeterminación de los pueblos, y, por ende, contra cualquier forma de subyugación que impida la emancipación de todos los trabajadores y trabajadoras, sin distinción alguna.

Web: https://csa-csi.org/