Punta Cana, República Dominicana. – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó la Declaración de Punta Cana para las Américas, documento adoptado al cierre de su 20.ª Reunión Regional Americana, celebrada del 1 al 3 de octubre de 2025, en la que se reconocen los principales desafíos que enfrenta la región y se proponen acciones urgentes para promover el trabajo decente, la sostenibilidad y la justicia social.
La declaración advierte que los cambios tecnológicos, los procesos demográficos y la crisis climática están transformando profundamente el mundo del trabajo, por lo que los países deben avanzar hacia transiciones justas que coloquen a las personas en el centro de las políticas públicas.
“La paz duradera solo puede construirse sobre los cimientos de la justicia social, la inclusión laboral y la eliminación de toda forma de discriminación”, señala el documento.
Prioridades regionales
Entre los compromisos adoptados, la OIT destaca la necesidad de fortalecer la formación profesional, la innovación productiva y el diálogo tripartito, pilares esenciales para alcanzar el desarrollo sostenible y la estabilidad democrática.
Asimismo, se reafirma la importancia de proteger los principios fundamentales del trabajo, incluyendo:
- La libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva.
- La eliminación del trabajo forzoso y la abolición del trabajo infantil.
- La igualdad de oportunidades y de trato en el empleo.
- La garantía de entornos laborales seguros y saludables.
La OIT exhorta a los Estados a armonizar sus leyes laborales con las normas internacionales, fortalecer la inspección del trabajo, asegurar un acceso efectivo a la justicia laboral y mejorar los mecanismos de prevención y resolución de conflictos.
Inclusión y sostenibilidad
El texto también plantea la urgencia de promover economías inclusivas y sostenibles, que generen empleo digno mediante políticas de formalización laboral, apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), fomento de la innovación tecnológica y mayor productividad.
En ese sentido, se promueve la creación de sistemas de protección social universales y sostenibles, basados en los principios de solidaridad, equidad y no discriminación, junto con estrategias que faciliten la transición de la economía informal a la formal.
Formación, igualdad y digitalización
La OIT subraya la necesidad de modernizar los sistemas de formación profesional, fomentar alianzas público-privadas, y asegurar que la capacitación responda a las demandas reales del mercado laboral, en especial para jóvenes, mujeres, personas con discapacidad, migrantes y grupos vulnerables.
También advierte que reducir la brecha digital es esencial para construir un futuro del trabajo inclusivo. Las transformaciones tecnológicas, agrega, deben realizarse bajo un enfoque de trabajo decente, con condiciones seguras y equitativas.
Por último, la declaración reafirma el compromiso de integrar la igualdad de género en todas las políticas laborales, cerrar las brechas salariales, garantizar la participación equitativa en el liderazgo y erradicar la violencia y el acoso en el trabajo, conforme al Convenio 190 de la OIT.
